Cómo acabar con los fastidiosos granitos tras el verano
Cómo acabar con los fastidiosos granitos tras el verano
Nunca os ha pasado que tras las vacaciones, os miráis al espejo y ¡sorpresa! de nuevo esos fastidiosos granitos en la cara. Y vosotras pensáis… Pero si hace apenas unos días, cuando estaba en la playa, mi piel se veía perfecta!, lisa, bronceada y por supuesto, sin rastro de acné!
¿Por qué ocurre esto?
El Sol, ese que creemos que es nuestro aliado para un bronceado perfecto y una piel lisa, es el culpable de que esto pase. Entre sus beneficios, el Sol hace que se seque la piel y, por eso, tenemos menos acné. Además, al ser anti-bacteriano y anti-inflamatorio, hace que nuestra piel luzca estupenda. Pero no todo son beneficios. Nuestra piel, como defensa ante los rayos de sol, engrosa y parece que no tenemos acné. Pero nada más lejos de la realidad. Esto es solo una solución temporal, ya que cuando la piel vuelve a su estado natural, lo que existe es un efecto rebote que hace que, al volver de nuestras vacaciones y mirarnos al espejo, tengamos esos granitos.
Pero, ¿cómo prevenirlo? ¿Y qué hacer cuando ya es demasiado tarde y me encuentro con la cara llena de granitos?
Es momento de llevar a cabo un concienzudo plan de acción basado en la higiene y la hidratación que nos permitirá deshacernos del acné.
Higiene facial adecuada: La limpieza de la piel es fundamental para eliminar las impurezas. Lávate la cara dos veces al día, una por la mañana al levantarte y otra por la noche antes de irte a dormir. Utiliza productos suaves y específicos para tu tipo de piel.
Hidratación: Después de la limpieza facial, es crucial hidratar la piel. Elige productos de hidratación adecuados para tu tipo de piel, ya sea seca, grasa o mixta, y verifica si tu piel está deshidratada. La hidratación adecuada ayudará a equilibrar la piel y prevenir la aparición de granitos.
Alimentación equilibrada: Cuidar la piel no se trata solo de acciones externas, sino también de una buena alimentación. Los vegetales verdes ricos en clorofila, como las espinacas o el brócoli, son fantásticos para reducir el acné. Estos alimentos ayudan a limpiar las toxinas y bacterias del tracto digestivo y el torrente sanguíneo.
Además, los alimentos ricos en omega-3 ayudan a eliminar el exceso de sebo que obstruye los poros, logrando una piel más luminosa y saludable. Incorpora alimentos como el salmón, el atún o las semillas de chía a tu dieta.
Los alimentos ricos en minerales como el magnesio, el zinc o el potasio, como los frutos secos, también contribuyen a prevenir el acné. Asimismo, aquellos que contienen vitamina A, como la zanahoria, ayudan a prevenir la acumulación de sebo.
Además de lo anterior, es esencial mantener la piel hidratada. Para lograrlo, puedes consumir aguacate, tanto en alimentos como en mascarillas, y beber suficiente agua para mantener una buena hidratación. El agua es fundamental para liberar toxinas que pueden causar el acné.
Con una rutina de higiene facial adecuada, hidratación regular y una alimentación equilibrada, el acné dejará de ser un problema y podrás disfrutar de una piel sana y radiante. ¡Di adiós a los granitos y presume de una piel impecable en todo momento!